Nadine Mutas - Serie: Infernal Covenant


1. Hellishly Ever After:

¿Alguna vez has celebrado una sesión de espiritismo y has atrapado accidentalmente a un demonio en matrimonio? ¿Ningún interesado? ¿Sólo yo? Mierda.

El matrimonio es mi idea del infierno, al menos hasta el día en que un demonio injustamente sexy aparezca en mi apartamento y me arrastre al infierno real... como su esposa.

Sinceramente, preferiría que me extrajeran una muela sin sedantes antes que casarme con nadie, y menos con un demonio malhumorado, (aunque condenadamente atractivo). Pero estoy atada al contrato que la estúpida Yo adolescente hizo con Azazel cuando lo invoqué accidentalmente y lo atrapé en un matrimonio, que se consumaría si yo seguía soltera a los veinticinco.

Yo lo había olvidado por completo.
Él no.

Y ahora está aquí para reclamarme.

Ninguno de los dos está encantado con este matrimonio de conveniencia, pero lo que odio aún más que la idea de estar casada... es que me ignoren.

Así que cuando Azazel pretende aparcarme fuera de su vista y de su mente en el otro extremo de su finca en el Infierno, hago que la misión de mi nueva vida eterna sea ser para él la mayor molestia posible.

Todo es diversión y juegos, hasta que encuentro un alma que no debería estar en el Infierno, tropiezo de lleno en medio de una disputa familiar demoníaca... y las bromas entre Azazel y yo se vuelven tan calientes que podrían consumirme.


2. Till Heaven Do Us Part:

Después de vivir un año en el infierno, quizá tenga que modificar el dicho "el infierno son los demás" por "el infierno es la familia de los demás".

Específicamente, la familia de mi querido marido demonio, alias mi infernal familia política. Aún más específicamente, Lucifer, mi abuelo político.

En una revelación que no sorprende a nadie, Lucifer es en realidad un malvado, nefasto y odioso hijo de puta, y por razones que escapan a mi control, estoy atada a él con un voto de silencio sobre un jugoso secretito que ha estado guardando de Azazel, mi amado esposo demoníaco. Lo que me pone entre la espada y la pared, y no me refiero a entre la pared y el torso magníficamente musculoso de Azazel. Eso, no me importaría.

Soy notoriamente mala guardando secretos. Dado el filtro inexistente entre mi cerebro y mi boca, nadie está más impresionada que yo de no haberle contado todo a Azazel todavía. Sólo puedo atribuirlo al miedo paralizante de lo que Lucifer me haría si rompiera mi juramento a él. Pero apenas estoy manteniendo la compostura. 

Todo lo que haría falta para que me derrumbara es una crisis que cortocircuitara mi cerebro y probablemente cantaría como un canario.

Menos mal que mi vida es aburridísima y aquí en el infierno nunca pasa nada que me descontrole.
Oh, espera...


3. Hell Over Heels: 

Ser un ángel apesta.

Bueno, un ángel de bajo rango, claro. ¿Quién habría pensado que una de las tareas que se asignan en el Cielo a los que no han sido bendecidos con un poder que derrite el cerebro es palear caca de unicornio?

Yo no, eso seguro, aunque ni siquiera recuerdo quién era como humana antes de convertirme en ángel, y mucho menos lo que pensaba.

Así que aquí estoy, viviendo mi mejor y más aburrida vida de ángel, intentando ascender un rango en la jerarquía para poder deshacerme de mi molesta compañera de piso y conseguir una suite propia, por no mencionar que, si me ascienden, ya no tendré que limpiar caca de unicornio, que, por cierto, no está hecha de arco iris centelleante. Para mí disgusto.

Y entonces aparece él.

Alto, moreno y guapamente misterioso, como si acabara de salir de un sueño... y mi mundo se tambalea cuando me doy cuenta de que podría ser verdad. Creo que he estado soñando con él desde que me desperté como un ángel.

Su poder me resulta tan familiar. Las cosas que hace y dice provocan un eco de conocimiento en lo más profundo de mí.

¿Podría haber tenido visiones de él antes de que entrara en mi vida? ¿O hay otra razón por la que siento que lo conozco desde hace años?

Mientras me enamoro de él... no puedo evitar la sensación de que podría costarme algo más que mi corazón.


4. All's Hell That Ends Well: 

Ser un nuevo demonio con mis propias alas negras y brillantes debería ser un sueño hecho realidad. Quiero decir, estoy de vuelta en el Infierno, tengo poder, ya no soy una humilde humana, ¡este podría ser el comienzo de un felices para siempre con mi chico Azazel!

Si tan sólo no fuera por ese pequeño inconveniente... que Lucifer me reclamó para sí.

No de esa manera. ¡Saca tu mente de la alcantarilla!

Más bien me reclutó directamente a su servicio, y no hay nada que nadie, incluyendo Azazel, pueda hacer al respecto.

Aunque seguro que él lo intenta.

Resulta que Lucifer me ordena ir en una misión especial para él, una que podría reunirlo con... ya sabes quién. O eso cree él.

Tengo mis dudas. Así como tengo serias dudas sobre el estado del gobierno de Lucifer en el Infierno. Grandes vibraciones de finales del Imperio Romano aquí.

Y por mucho que desprecie a ese demonio hijo de puta, mi salud y seguridad están atadas a su poder, y si su gobierno falla...

Sí, no se ve bien.

Nunca pensé que un día lucharía del lado de Lucifer, pero puede que tenga que hacerlo... a menos que pueda encontrarla primero.








Comentarios

Entradas populares